Termino de leer los diarios de hoy y me da pena Chile. Un país engañado. Un país enajenado. Vive fuera de la verdad. Sin saberla. Y por eso es capaz de cualquier despropósito.
Pero no sólo Chile está engañado. También el mundo desconoce la verdad con respecto a Chile. Tanto que hoy aparece una inserción de la Corte Interamericana de DD. HH. que lo prueba. Es inverosímil (para quienes sabemos la verdad, toda la verdad, porque nos hemos dedicado a eso.) El destacado aviso notifica a una larga lista de exmilitares presos de que, en los juicios en su contra, no se debe aplicar la llamada "media prescripción".
Ese aviso es casi un chiste cruel. ¿Qué le importa a Miguel Krassnoff que le apliquen o no la media prescripción en algunos juicios, si está ya hace más de treinta años preso a raíz de procesos viciados, en que lo han condenado a más de mil años, contra la ley expresa, faltando a la verdad y por un delito que no existe?
Porque lo está por "secuestro", delito que no pudo cometer, pues, de acuerdo con el tenor literal del párrafo 2 del título III del Código Penal, el secuestro está tipificado sólo respecto a "particulares". Y él, como militar en servicio, no era un "particular".
Pero, además, nunca se ha sabido de persona alguna que estuviera secuestrada permanentemente (es decir, hasta hoy) por exmilitares. Nunca ningún juez lo probó ni podría probarlo. Y para derrotar la presunción de inocencia de cualquiera el juez debe probar la existencia del delito y la responsabilidad del imputado en haberlo perpetrado.
Es que fue sólo un truco de un juez de extrema izquierda que lo "inventó". Su nombre: Alejandro Solís, que lo usó para eludir las leyes de amnistía y prescripción. Lo reconoció, públicamente, ante mí, en 2015, en el programa de TVN "El Informante". Confesó que había recurrido a una "ficción jurídica", como la llamó, y que no era jurídica, por supuesto. Para aclarar más las cosas expresó: "No digo que ésa fuera la realidad". ¡Una justicia penal de fantasía! Pero que privaba de su libertad a centenares de exmilitares.
Además, nunca nadie pudo decir que hubiera habido efectivamente algún secuestrado en poder de algún condenado, como aseveraban las sentencias judiciales "creativas", que la Corte Suprema refrendaba y refrenda hasta hoy. Esto es fantasmagórico. Pero en el hecho sirve para sustraerle muchos millones de pesos anuales al erario, a título de indemnización por secuestros que no existen.
La Corte Interamericana dice que no se puede aplicar la media prescripción (que en el hecho no es eso, sino una reducción de la pena) a un delito que no existe, pero ha sido usado para meter presos a más de 500 exmilitares, de los cuales más de cien han muerto. ¿Cómo no va a dar pena un país en que eso sucede y prácticamente nadie dice ni hace nada al respecto?
Leo en el mismo diario la columna del rector Carlos Peña. Critica al empresario Juan Sutil, que ha incursionado en política, por no haber sido suficientemente condenatorio de "la dictadura", término con el cual casi todos, sólo después de 1990, se empezaron a referir al gobierno que salvó a Chile del comunismo y lo convirtió en "la joya más preciada de la corona latinoamericana" según lo describía Bill Clinton en carta a Eduardo Frei Ruiz-Tagle en los '90.
Peña le enrostra a Sutil "la tortura" bajo el gobierno militar, olvidando que bajo el de su máximo héroe político, Salvador Allende, se torturaba crónicamente y él, que se sepa, no decía nada. En El Mercurio del 20 de enero de 1972 aparecían in extenso las aplicaciones de corriente al presidente de la Juventud Nacional, perpetradas por el Subdirector de Investigaciones, Carlos Toro, comunista. Y Allende no desmentía la publicación ni se refería a ella ni menos pedía la renuncia al funcionario comunista torturador. Claro que ésa fue una de las razones del Acuerdo de la Cámara de 22 de agosto de 1973 para pedir la destitución de Allende por, entre muchas razones, haber "incurrido en frecuentes detenciones legales y tolerado que las víctimas sean sometidas en muchos casos a flagelaciones y torturas". Antes, ya en 1970, cien abogados socialistas habían denunciado a Frei Montalva por torturar a los presos del MIR. Los partidarios de Frei torturador y de Allende torturador difaman a Pinochet, bajo quien por primera vez se condenó a torturadores (caso "Comando de Vengadores de Mártires" en los '70).
Pobre Chile, el único país que eligió por sufragio a un "marxista integral", Allende, (con trampa en el escrutinio, es cierto, pero nadie la persiguió".) Y que después de haber sufrido la ruina completa bajo el marxismo, en 2021 eligió a otro que estaba "a la izquierda del comunismo". Da mucha pena.
Pobre Chile, pobre de su gente que no sabe la verdad. Se cree una y otra vez el "cuento del tío" de la izquierda. La ciudadanía vota a ciegas, porque le han lavado el cerebro con consignas. Quema lo que debería adorar --el régimen que le dio los mejores treinta años de su historia-- y adora lo que debería quemar --los regímenes de Allende, Bachelet II y Boric, que le han dado los peores años de su historia.
Contumacia; "tenacidad y dureza en mantener un error". Pobre país contumaz.